viernes, 13 de mayo de 2011

¡Acción!

Recuerdo un abrazo mudo bajo el frió sol,
un cálido beso en una atroz noche solitaria,
una palabra triste vestida con una débil sonrisa.

Imagino una mañana agitada, relajándome en tu abrigo,
una tarde inquieta con tu ausencia en la garganta,
una noche oscura iluminada por tu esencia.

Anhelo la mirada de quien observa y comprende,
la suave caricia de una piel cansada por el tiempo,
la sutil voz de una boca nunca silenciada.

Rememoro aquel instante en que conocí el destino,
comprendí el futuro con su viaje de ida
y desee parar el reloj del mundo solo por tener todo y nada .

La vida de este lado del espejo es sólo una farsa;
no existen sombras ni luces;la oscuridad es cegadora,la luz apaga el día.
No hay lágrimas puras que disfrazen sonrisas,pero si sonrisas que disimulan lágrimas.

¿Sabias que habías despertado?¿Entonces porque nunca te habías levantado?
Sólo esperaba el momento en que alguien viniera,
agitara mi impaciencia y relajase mi alma dormida.

Tan sólo quería sentir el abrazo, arder en el beso, vivir en la palabra.
Deseaba morir en la mirada, latir en la caricia, dormir en la voz.
Esperaba la tranquilidad de la oscuridad, la perversidad de la luz.


Vi el espejo de tu lado y sentí el placer de lo desconocido;
contemple la perfección de una luz decorada con las sombras,
la angustia de una oscuridad teñida de colores luminosos.

Llegué a la orilla y te busqué durante siglos.
Me encomendé la dura misión del despertar.
Y llegaste a la orilla a recogerme.

Yo lloraba en mi barca, tú sonreías feliz creyéndome a salvo.
No hubo adiós pero si tiempo para la despedida,
y sigue la partida atragantando mi cerebro.

3, 2 ,1 ... ¡Buenos días, la farsa debe continuar!

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