lunes, 23 de mayo de 2011

Cuando el frio no me queme (episode final)



 Tras tantos días de silencio y vacio por estos lares, es justo cerrar (por el momento) la historia de esta persona que habiamos dejado reencontrandose con su madre.

- Deja  que  te  abrace.  ¡Pero  qué  mojadura  traes! Si  hubieses  querido  te  habríamos  ido  a 
buscar,  pero  como  eres  tan  cabezota  pues…
-No  empieces  mama…
-Me  contarás  lo  que  ha  pasado,  ¿verdad?
-Nada  atípico,  era  previsible,  no  te  preocupes   estoy  bien.
Y  me  fui  a  mi  habitación. Todo  estaba  exactamente  igual  que  cuando  me  fui.  Las  fotos 
de  mi  pandilla  colgadas  por  la  pared,  mis  discos  antiguos  y  todas  las  reliquias  que  no 
me  había  llevado.  Otra  vez  aquí.  Nunca  me  parado  a  pensar  que  se  siente  cuando  se 
acaba  una  relación ;el  vacio  y  el  frió  abrasador   que  se  sienten,  son  mortales. ..
 Cuando  escuchaba  a  la  gente  contar  sus  desamores  pensaba  que  tan  solo  estaban   
idealizando  algo  que  ya  no  tenían,  algo  que  previsiblemente  jamás  volverían  a tener; 
que  se  llenaban  la  cabeza  con  todos  los  buenos  momentos  vividos  y  obviaban  todos  los 
días  terribles.  Que  olvidaban  lo  absolutamente  perjudicial  que  fue  esa  historia  para  el 
propio  bienestar  emocional.
La  verdad  es  que  aquí,  en  mi  vieja  cama  todo  parece  más  seguro  y  lo  único  que  deseo 
es  que  el  tiempo  vuele,  ¡y  escuchar  historias  peores  que  la mía  para  que  mentir!  Saber 
que  hay  alguien  que  está  peor  siempre  reconforta;  mal  de  muchos  consuelo  de  tontos 
dicen…
Deberían  enseñarnos  a  afrontar  este  tipo  de  problemas,  a  asumir  dignamente  el  final 
de  las  historias.  Al  fin y  al  cabo  sería  más  útil  para  el  día  a  día  que  saber  hacer 
integrales  por  ejemplo;  o   al  menos  yo  nunca  las  he  necesitado  para  nada…
El  caso  es  que  ahora  mismo  solo  me  vienen   imágenes  a  la  mente  de  parejas  perfectas 
y   sonrientes;  la  típica  historia  del  cine  romántico  de  chica  conoce  a  chico  o  chico  
conoce  chica,  y  cuando  todo  parece  perdido  y  tristemente  acabado  a  uno  de  los  dos  se 
les  ocurre  una  genial  forma  de  recuperar  al  otro y...  ¡vivieron  felices  y  comieron  felices!
¡Qué  soberana  estupidez,  nunca  es  así!
Bueno  tal  vez  si  y  el  problema  es  que  aún  no  he  conocido  a  esa  genial  persona,  ¡quien 
sabe!

Supongo  que  tengo  el  resto  de  mi  vida  para  averiguarlo.  Tal  vez  mi  próxima  historia  de 
amor  sea  peligrosamente  perfecta.   Tal  vez  conozca  a  ese  alguien  especial   que  cambie 
mi  vida  para  mejor  y  me  haga  sonreír  eternamente.  Pero  eso  será  cuando  el  frio  no 
me   queme.

Y así concluye,por ahora esta típica historia sobre el final de una relación. Indiscutiblemente todos en algún momento de nuestra vida pasaremos o hemos pasado por ello porque como reza la canción "el amor cuando no muere,mata"



lunes, 16 de mayo de 2011

Cuando el frio no me queme (episode three)

Llegó la hora de retomar la historia,y el tiempo acompaña asique...Habíamos dejado a nuestro personaje charlando con la inspectora, a punto de soltar el "kit" de su desgracia.

 - Cada  vez  que  discutíamos  me  enfurecía  muchísimo,  era  como  si  me  llenase  de ira  y  
me  fuera  imposible  controlarme.  Y  eso  que  me  esforzaba  muchísimo,  créame.

- Y  en  esos  episodios  de  ira  ¿qué  pasaba?  Cuénteme.

-  Pues…. Era  terrible,  graves  faltas  de  respeto,  gritos,  un  poco  de  todo.

- ¿Incluso  agresiones  físicas?

- Empujones,  objetos  volando  por  la casa,  ¡incluso  por  la  ventana  una  noche!

- ¿ Golpes ?
-No, bueno  no  recuerdo.  Pero  déjeme  acabar…

- Esta  bien,  siga,  le  escucho.

- Se  preguntará  cómo  es  posible  que  haya  aguantado  tanto  tiempo  esa  situación,  pero 
es  que  me  daba  muchísima  pereza  empaquetar  mis  cosas  y  largarme;  pereza  terminar 
la  relación  y  empezar  de  cero  otra  vez.  Bueno  eso  y  el  profundo  amor   o  cariño,  no  sé, 
que  sentía.  Sentíamos  más  bien  porque  sé  que  nos  amábamos  muchísimo,  aunque  todo 
haya  terminado  así  de  fríamente.

-¿Ya  ha  terminado?

- Sí.

- A ver  si  nos  aclaramos;  usted  ha  venido  aquí  a  confesar  unos  hechos  graves  de 
maltrato  hacia  su  pareja  ¿no?

- Bueno,  no  exactamente  pero  en  parte  sí.

-  ¿En  parte?  ¡O  si  o  no!  Déjese  de  marearme  de  una  vez  y  de  alargar  la  situación…

- Esta  bien.  Sí  he  venido  a  declararme  culpable  sí.

-  De maltratar  a  su  pareja.

-  Si,  a  mi  pareja  y  mí.  Y  puede  que  a  más  personas  con  todas  esas  actitudes.

- ¿Cómo  que  a  más  personas?

-  Si  a  todas  aquellas  personas  que  con  nuestras  discusiones,  celos ,  envidias, 
obsesiones,…  se  viesen  en  medio  de  la situación  o  incomodadas  por todo  esto.

- Vale,  ¿eso  es  todo?

- Si,  le he  contado  todo.

- No  hay  ningún  delito  en  su  declaración.

-Sí;  pecados  capitales,  ¡todos,  no  he dejado  ni  uno  solo!

- Eso  no  es  delito…

-Pues  debería…  Ha  sido  un  suplicio  todo  esto.

-  ¡Un  delito  es  hacerme  perder  el  tiempo  con  estas  chorradas!  Mire;  yo  todas  las 
mañanas  sufro  una  pereza  terrible,  me  quedaría  en  mi  casa  todo  el santo  día  pero 
tengo  que  trabajar,  y  por  eso  ni  me  considero  una  delincuente  ni lo  soy.

-  Pero,  entonces…  ¡volverá  a  pasarme!

- Seguramente.  Vaya  a  un  psicólogo,  es  lo  único  que  puede  ayudarle.

Vaya  ya  he  llegado  a  mi parada…La  verdad  es que  pensando  estas  cosas  se  me  ha  hecho cortísimo  el  trayecto.  Y  además  he  sacado  una  idea  clave,  siempre  puedo  recurrir  a  un psicólogo  y  que  me  diagnostique  algún  tipo  de  trastorno  obsesivo  o  incluso  un trastorno  emocional  severo.  Seguro  que  me  resultaría  todo  mucho  más  fácil  y encontraría  las  respuestas  a  todas  mis  preguntas  y preocupaciones.

-¡Mama  ya  he  llegado!

Y justo en este punto, es hora de terminar por hoy. Otro día seguiré narrando este típico caso.

viernes, 13 de mayo de 2011

¡Acción!

Recuerdo un abrazo mudo bajo el frió sol,
un cálido beso en una atroz noche solitaria,
una palabra triste vestida con una débil sonrisa.

Imagino una mañana agitada, relajándome en tu abrigo,
una tarde inquieta con tu ausencia en la garganta,
una noche oscura iluminada por tu esencia.

Anhelo la mirada de quien observa y comprende,
la suave caricia de una piel cansada por el tiempo,
la sutil voz de una boca nunca silenciada.

Rememoro aquel instante en que conocí el destino,
comprendí el futuro con su viaje de ida
y desee parar el reloj del mundo solo por tener todo y nada .

La vida de este lado del espejo es sólo una farsa;
no existen sombras ni luces;la oscuridad es cegadora,la luz apaga el día.
No hay lágrimas puras que disfrazen sonrisas,pero si sonrisas que disimulan lágrimas.

¿Sabias que habías despertado?¿Entonces porque nunca te habías levantado?
Sólo esperaba el momento en que alguien viniera,
agitara mi impaciencia y relajase mi alma dormida.

Tan sólo quería sentir el abrazo, arder en el beso, vivir en la palabra.
Deseaba morir en la mirada, latir en la caricia, dormir en la voz.
Esperaba la tranquilidad de la oscuridad, la perversidad de la luz.


Vi el espejo de tu lado y sentí el placer de lo desconocido;
contemple la perfección de una luz decorada con las sombras,
la angustia de una oscuridad teñida de colores luminosos.

Llegué a la orilla y te busqué durante siglos.
Me encomendé la dura misión del despertar.
Y llegaste a la orilla a recogerme.

Yo lloraba en mi barca, tú sonreías feliz creyéndome a salvo.
No hubo adiós pero si tiempo para la despedida,
y sigue la partida atragantando mi cerebro.

3, 2 ,1 ... ¡Buenos días, la farsa debe continuar!

martes, 10 de mayo de 2011

Cuando el frio no me queme (episode two)

Bueno, ya va siendo hora de continuar la historia, la habia dejado justo cuando nuestra persona protagonista estaba en el despacho con la inspectora y empezaba a exponerle el "caso".
 
- Como  le  decía  a  su  compañero  ha  sido  una  historia  de  amor  muy  intensa,  y  bonita por 
supuesto.  Bueno  y  duradera,  ocho  años,  ¡figúrese!

- Ya,  mucho  tiempo  sí…

- Creo  que  me  obsesioné  demasiado.  Llevé  cada  sentimiento  al  límite.  Me  desbordé  de 
lujuria   durante  todo  este  tiempo (bueno  sobretodo  los  primeros  años,  con  el  tiempo  se 
termina  desvaneciendo  esa  sensación,  ¿sabe?)  Y  era  superior  a  mis  fuerzas.  Su  aroma, 
su  piel  morena  y  delicada,  su  pelo  suave…  ¡Uf!  No  puedo  ni  recordarlo  se  me  eriza  la piel  ¿ve?

-Está  bien .  Intenté  centrase  y  controlarse  por  favor.

-Si,  si.  Eso;  tenía  una  constante  sensación  de  gula.  Gula  por  sus  besos,  caricias,  abrazos, susurros,…  Nunca  nada  era  suficiente  para  mí,  siempre   quería  más  y más.  Pero  bueno 
esto  me  parece  incluso  razonable,  el  amor  es  lo  que tiene  ¿no es así?.  El  problema  es  que 
llegué  a  absorber  demasiado  a  mi  pareja.  Pretendía  que  estuviese  solo  para  mí  siempre,
en  cualquier  momento,  en  cualquier  situación;  me  llené  de  avaricia  por  estar  con  esa 
persona,   por  hacer  que  nadie  más  se  atreviese  a  ver  lo  que  yo  veía. Eso  es  también 
razonable  ¿no?

- Aceptable  tal  vez.  Siga.

- Comencé  después  a  sentir  envidia;   envidia  de  su  manera  de  ser,  de  su  trabajo,  de  su 
perfecta  familia,  de  sus  fiestas  y  viajes  con  amigos  de  todo  cuanto  hacía.  Me  sentía  de 
alguna  manera  tremendamente  lejos  aun  estando  a  su  lado.  Asique  muchas  veces  me
dediqué  a  menospreciar  todo  cuanto  hacia. Quería  que  viese  y  pensase  que  yo  era 
superior,  que  estaba  muy  por  encima  de  todas  sus  expectativas,  quería  que  siéntese  los 
celos  que  yo  sentía.

- Entiendo,  así  empezó  todo.  Siempre  es  así.

- Ya  pero  le  he  dicho  que  mi  relación  no  es  como  el  resto.  Siempre  ha  sido  muy intensa, 
más  especial  de  lo  que  cualquier  otra  persona  pueda  entender.

-  Claro,  claro.  Cada  persona  y  cada  relación  es  un  mundo,  o  al   menos  eso  dicen… Pero 
bueno  prosiga,  le  escucho.

- Ummm,  ¿por  dónde  iba? ¡Ah sí! Pues  con  todo  este  rollo  de  las  pequeñas  envidias  y 
pequeños  celos  empezamos  a  tener  discusiones  insignificantes  o  exageradas ,  según  el 
día.  Y  fue  entonces  cuando…

-¿Sí?  ¿Qué  ocurrió  después?

- Pues  creo  que  la  soberbia  se  apodero  de  mi  una  temporada  y  pese  a  estar  hasta  los
huesos  de  amor  me  creí  superior  y  no  cedía  ante  nada  de  lo  que  propusiese,  siempre 
encontraba  problemas  donde  no  había,  llegó  a  encantarme  sacar  defectos  y  pegas  a
todo. Me  encantaba  dar  la  vuelta  a  las  situaciones  para  parecer  yo  la buena  persona 
siempre,  y  víctima  de  su  mala  leche.  Pero  como  en  el  fondo  nos  queríamos terminábamos  siempre  conciliándonos  y  poniéndonos  empalagosos.  Y  entonces decidimos  alquilar  un  piso  a  medias, comenzar  una  autentica  vida  en  común.

- Ajá … (vete  al  kit  de  la  cuestión,  ¡que  pesadez!)

Bueno, hoy hasta aquí puedo seguir. Mañana seguiré contando esta común historia.

lunes, 9 de mayo de 2011

Cuando el frio no me queme (episode one)

Esta  historia  no  trata  sobre  seres  extraordinarios  o  ejemplares.  Ni  sobre  hechos
maravillosos,  y  mucho  menos  sobre  actitudes  ideales.
Cualquier   parecido  con  tu  realidad  es  pura  lógica;  los  seres  humanos  somos 
extremadamente  simples  y   asombrosamente  similares.


Parece  que  he  escogido  el  peor  día  para  largarme , nunca  había  visto  tanta  lluvia  en  tan 
poco  tiempo  y  eso  que  en  esta  maldita  ciudad  otra  cosa  no  pero  lluvia…  Joder …  Debo 
de  llevar  un  cartel  luminoso  encima  y  no  me había  dado  cuenta;  toda  aquella  persona 
que  pasa  por  delante  de  mí  se  gira  a mirarme. Vale,  sí,  llevo  tres  maletas  y  una  enorme 
caja  pero  no  es  para  tanto .  Podría  haber  sido  peor,  menos  mal  que  me  lo   pensé 
mejor  y   no  cogí  mi  sillón… Bueno  el  autobús  ya  ha  llegado  asique  en  media  hora  más 
o  menos   apareceré  por  ahí. ¡Ciao!
¡Qué  frio!  Y  que  mierda  me  espera  ahora  ; a  dar  explicaciones  a  diestro  y  siniestro, 
como  si  se  preocupasen  por  mi  y  no  lo  hiciesen  sólo  por  cotillear  y  criticar… Qué  triste 
me  parece  esta  situación,  todavía  estoy  a  tiempo  ¿y  si  vuelvo  y…?   No,  no,  ya  no  hay 
marcha  atrás;  tengo  que coger  ese  autobús  y  largarme  ya.
Tal  vez  debería  ir  a  confesarme  por  todo  lo  que  he  hecho;

-Perdóneme  Padre  porque  he  pecado;  ¡y  de pensamiento, palabra ,  obra  y  omisión  que es peor!

No, no  creo  en  esas  “cosas”.  Sería  mejor  que  me  entregase  a  la  policía;

- Señor  agente  vengo  a  entregarme.

- ¿Qué  ha  hecho?

- No  puedo  concretarle ,  pregúnteme  mejor  que  no  he  hecho  …

- Vamos  a  ver  ¿qué  delito  ha  cometido?

- ¿Sabe  cuáles  son  los  pecados  capitales?

- Sí  claro ,  pero  …

-¡Pues  todos,  los  he  cometido  todos!

- A  ver, a  ver,  me  está  confundiendo.   Siéntese   y  explíqueme.

- Esta  bien ,  pero  quizás  sea  una  historia  demasiado  larga …

- Déjese  de  chorradas  que  no  tengo  todo  el día,  mi  turno  termina  enseguida  …

- Vale ,  vale  ya  me  centro  en  el  problema  ¡pero  no  se  ponga  así!  Verá  mi  pareja  me 
ha  dejado  y  yo…

- ¿La  ha  agredido?  Es  eso,  ¿verdad?

- Si,  pero  no  sólo  ha  sido  esta  vez.

- Asique  ha  cometido  más  agresiones.

- Sí.

- ¿Le  ha  denunciado  su  pareja  alguna  vez?

- No  por  eso  mismo  estoy  aquí.  Tengo  que  liberarme  de  todo  esto,  es  asfixiante. Cuando 
nos  conocimos  nos  enamoramos  casi  de  inmediato  y  no  podíamos  frenarnos  en  ningún 
sentido,  ¿entiende?

- Vale, creo  que  entiendo  lo  que  intenta  decirme.  Le  voy  a  pasar  con  mi  compañera 
para  que  le  tome  declaración.

- De  acuerdo.

- Vaya  a  ese  despacho  y  espere  un  momento,  iré  a  informar.
(Eso hice  y  varios  minutos  después)

-Buenas  tardes,  soy  la  inspectora  González

-Buenas.

-  Dígame,  con  calma,  todo  lo  sucedido.
Esto va para largo , asique mañana seguiré con esta común historia.

sábado, 7 de mayo de 2011

El botijo del Almendrico

 " ¡Ay de mi! No conoceré mundo por tu falta de sentido" ,

"Pobre de mi", gritabas confundido.

"No ha sido mi culpa", replicaba yo aburrido,

"A quién se le ocurre guardar alcohol puro en botijo

y meterlo en el cortijo", decía yo abatido

" Me has matao al borrico", seguias quejandote aturdido.

El silencio de una vida

Siempre he admirado sus silencios;la mayor parte del tiempo las palabras no me dicen nada,asique agradecía que simplemente no dijese nada.

Yo hablaba y ella me escuchaba de la manera más sincera y real que jamás visto.

Le contaba mi sueño recurrente;esperaba que algún día me dijese que significaba,aunque ya lo intuía.

No es alentador soñar que debes ir a un sitio concreto,al que vas habitualmente,y perderte en el camino;perderte por atajos o porque de pronto las calles se convierten en laberintos.Pero necesitaba que ella me lo dijera.

Todo tenia sentido cuando era ella quien lo decía,cuando hablaba llenaba los vacíos con tal delicadeza que parecía poder parar el tiempo.

La sola idea de dejar de oír sus sonrisas me aterrorizaba hasta tal punto que apenas podía respirar,sabia perfectamente que perder a quien adoras es desolador.

Me quedaba en silencio observando su reflejo en el espejo mientras dormía;creo que uniendo todos los minutos de mi vida que gasté de esa manera,se convierten en meses.

Comenzó a llenar los silencios hablando apresuradamente,como si no tuviese horas suficientes para contarme todo lo que pensaba,para intentar guiarme y hacerme la vida más sencilla.

Sabía que en algún momento pasaría,había intentado prepararme para ello.Pero no era fácil levantarme cada mañana y cruzar nuestras miradas sabiéndolo.

Grabé en mi memoria cada situación,inventé situaciones perfectas para ver si engañábamos a la realidad.

Nos pellizcaba para convencerme que aquello no era la pesadilla y la realidad era yo perdiéndome por los mismos rincones cada día.

Pero,casi en el momento señalado;su reloj se paró para siempre y el mio comenzó a no marcar la hora sino los segundos, por lo eterno que se hace estar sin ella.

jueves, 5 de mayo de 2011

Princesas de encuento (vol. I)

Erase una calurosa mañana del florido mes de mayo, en un hermoso parque donde niños y niñas jugaban felices , los pájaros entonaban al sol sus mejores "pio-pi". Blancanieves caminaba despreocupada por el césped acompañada de su fiel dálmata Pongo ;su indumentaria era la normal para esos menesteres (unos jeans desgastados, una camiseta de algodón blanca con pequeñas siluetas de flores negras y unos converse negros). De pronto algo la sacó de sus pensamientos:

- ¿¿Blancanieves?? - vocifero alguien desde el otro lado del precioso jardín.

- Cenicienta, ¿eres tú? - dijo ella ligeramente entusiasmada pero sin inmutarse demasiado.

-  ¡Sabia que eras tú! ¡Cuanto tiempo!

-  Si no me llamas tú,ni me entero...¿Que tal? - hablaba mientras observaba el vestido de tul verde lima que llevaba su "amiga".

-  Muy bien, ¡todo me va genial! Pero dime, ¿que hay de ti? ¿Sigues con ese príncipe?

-  Pues nada bien también; he terminado mis estudios de derecho y estoy preparándome para el examen de jueza. Y sí sigo con él. ¿Tú?

No puedo creer que hayas estudiado... ¡con el dineral que tiene tu chico! Yo me dedico a las obras sociales de mi marido; ¿te has enterado de que ya es Rey? Su padre abdicó, estaba muy mayor y empezaba a... ya sabes... (llevo su dedo índice a un lateral de la cabeza y lo giró compulsivamente de un lado a otro) perder la cabeza...

-  Si, si lo sabia; tu suegro y el mio se llevan bastante bien, ¿recuerdas?

-  Claro querida; por cierto, con lo viejo que esta tu suegro, ¿cómo es que sigue ejerciendo?

-  Bueno es mayor pero esta perfectamente...

Ah...He oído que vivís en un piso del centro, ¿es cierto?

-  Si.

- ¿ Pero por qué no vivís en el palacio? Yo estoy encantada en el maravilloso palacete de mi marido, tiene unos jardines exquisitos. Deberías pasarte una tarde a tomar el té.

-  Queríamos formar nuestro propio hogar ... Y si, bueno,cuando este menos liada me paso a verte.

-  Estaría bien si... ¿Sabes lo de Bella?

- ¿ A que te refieres?

- El "asunto" de los pequeños "affairs" de Bestia...Esto que quede entre nosotras, me han contado que incluso se van juntos a lugares de esos de ...¡intercambio de parejas! - Soltó una enorme carcajada-  ¿Te imaginas? Después de perder toda su fortuna por malas inversiones, era evidente que acabarían mal...

- No seas mala Ce ... Tal vez todo sean rumores, no se puede fiar una de todo lo que oye.

- Eso es cierto. ¿Has hablado con Aurora? No gana para disgustos... Tantos años dormida,su príncipe la salva y tiempo después la abandona por otra muchisimo más mona que ella... ¡Que terrible!

- Si he hablado con ella, y esta estupendamente. No te preocupes por ella...- "mala pécora" retumbó en el cerebro de Blancanieves.

-  Y bueno dime, ¿como es que todavía no tenéis hijos? Yo adoro tanto a mis cinco pequeñuelos que se me hace imposible pensar como hay gente que no tiene hijos. Uy, ¿o es que no podéis tenerlos?

- No es eso chica, simplemente no queremos.

- Pero debe continuar el legado, querida.

- ¿Y eso quien lo dice?

- Es lo normal mujer...

- Cada uno ve como normal determinadas cosas, en función de su manera de ser, ¿no crees?

- Sí, claro....En fin, debo irme mi chofer me espera. Tengo que comprar un vestido de gala para la cena de embajadores de esta noche. Que raro,creo que no estáis invitados...

- No, no estamos invitados.

- Uy,lo siento, si quieres puedo intentar añadiros a la lista.-dijo mientras esbozaba una picara sonrisa.

-No te molestes, esta bien así, gracias de todas formas.

- Pues hasta pronto, llámame ¿vale? - "no te digo enserio plebeya", pensó.

- Lo haré. ¡Ciao!- "puedes esperar sentada mona", dijo para sí.

- Au voir. -"paleta" pensaba mientras se alejaba.

Y así termino este encuentro de dos viejas "amigas" por todos conocidas. Si es que las historias después del "comieron perdices" comienzan a ponerse realmente interesantes.

martes, 3 de mayo de 2011

Conversaciones de besugo (vol. I)

-  ¿Bailamos?

- No  se  bailar...

- Venga ,  yo  te  enseño .

- No , no  me  gusta  bailar ...

- Esta  bien... Hablemos  entonces .

- Habla , te  escucho .

- Dejalo ,  mejor  me  voy  a  casa .

- Pero... ¿Te  quieres  ir?

- Para  estar  haciendo nada ...

- Ya  estamos ... A ver ,  ¿qué  he  hecho?

- Nada .

- No  empieces , dime  por  qué  te  has  puesto  así .

-  ¡Uff! Nada, no  has  hecho  nada  y  no  me  pasa  nada .  Ese  es  el  problema .

- ¿ Qué  dices ? Si  no  he  hecho  nada  y  no  te pasa  nada,  no debería  haber  ningún  problema . No tiene sentido  lo  que  has dicho ....

- Si  lo  tiene .

- Pues explicamelo.

-  Esto  no  tiene  sentido .

- Vaya ,  eso  ya  te  lo  había  dicho  yo ....

- Si , pero  no  te  referías  a  lo  mismo  que  yo ...

- No  empieces  con  rodeos, sueltalo ya...

- Nada, dejalo. 

- Nos  vamos  mejor ,  ¿no?

- Si ,  quiero  irme  a  dormir.

( Silencio  sepulcral  de  camino  a  casa)

- Mañana  te  llamo , ¿te  parece  bien?

- Esta  bien , mañana  hablamos

- Dame  un  beso  anda

- Los  besos  no  se  piden; se  dan.

(Beso  frió  de  despedida)